La llegada del café en cápsula ha generado un dilema para la industria cafetalera, ya que, aunque es práctico y de alta calidad, también presenta aspectos negativos relacionados con su impacto ambiental y contenidos químicos que pueden ser perjudiciales para la salud.
Diversos estudios, como el realizado por la Universidad de Barcelona, España, han señalado que el café en cápsula contiene furano, un compuesto tóxico y cancerígeno, lo que plantea preocupaciones sobre sus efectos en la salud.
Por otro lado, expertos coinciden en que el café menos procesado, como los granos recién molidos, ofrece una mayor calidad, ya que conserva su sabor, aroma y textura de una manera más auténtica y placentera para el paladar.
Aunque las cápsulas de café monodosis han ganado popularidad debido a su conveniencia en un mundo acelerado, también se han convertido en un problema para el medio ambiente, ya que la mayoría de ellas están hechas de materiales no biodegradables como plástico y aluminio. Su baja tasa de reciclaje agrava el problema, generando grandes cantidades de residuos.
Algunas marcas han ofrecido cápsulas biodegradables como una alternativa, pero estas también presentan desafíos ambientales y su calidad puede no ser equiparable a la del café recién molido.
El café en grano se destaca como una opción más amigable con el medio ambiente y proporciona una experiencia más auténtica y satisfactoria. Aunque el café en cápsula ha ganado popularidad en ciertos países, es importante considerar el impacto que tiene en el planeta y buscar alternativas más sostenibles.
Como marca especializada en la industria cafetalera, Tebullient Coffee promueve el consumo consciente y busca ofrecer productos que satisfagan a los amantes del café sin comprometer la salud ni el medio ambiente.